viernes, 28 de enero de 2011

Hola.
Llevo un tiempo escribiendo poesía. Comparto alguna con vosotr@s:

Sueño con la luna
pero
como no tengo
ninguna vocación
de astronauta,
para lo único
que me sirve
es
para escribir poesía.

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¿amor romántico?
en fin...
la consolación
por la filosofía
(y no de Boecio,
precisamente)
Todo en orden,
tengo el alma bajo control...
y muchas muchas ganas
de agarrarle a Platón
por las orejas
con abierta terrible ferocidad.

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Cuando me acuerdo
de ti
me enternezco
y soy nube
y soy fuente
y soy río,
y me derramo,
serena,
serena y tierna toda
de tu ausencia.

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En este caminito
jalonado de latidos
quiero ofrendarte
verdad tangible compacta
en que reclines
tu cabeza
los días cuesta arriba.


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Y qué será el amor,
mas allá de la palabra
que resuena
entre las sienes
(A Dios rogando
y con el mazo dando)
y qué será el Amor
cuando son hechos
y no voces rimbombantes
lo que esperas
para creer en mi.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Necesito alimentarme de vuestra comprensión

Hola. Mi vida cotidiana prosigue, dentro de una pauta llena de cotidianidad. Hoy he ido al espacio Philippe Pascal, habíamos quedado con Eneko, que había acabado su fancine. Un fancine espléndido que me ha estado dando de pensar. De hecho, es a raíz de su lectura y posterior reflexión que me embarco a escribir estas líneas.

Tengo muchas dudas de hacia adonde dirijo mis pasos, si mi vida va a ir abocada a un paulatino declive que me lleve a la más abyecta miseria humana o si podré encauzarla por senderos de buen hacer. Se que me tengo que poner mucho las pilas. Por un lado me impone la soledad. No es que esté hoy por hoy en la soledad más completa, tengo todas las mañanas una buena conversación con mi madre, y tengo alguna amiga con la que puedo contar, el espacio Philippe Pascal como remanso de asertividad y conversación amable y diversos entornos psicológicos donde me tratan bien y charlo con buen rollo y nutrida cantidad de gente. Pero... dependo tanto de mi.... por un lado me gusta saberme fuerte y autosuficiente en cierta medida, eso me da seguridad y no quiero perderlo, pero por otro, a medida que me voy haciendo mayor hecho en falta un nidito de amor, mira que soy cursi. E inexacta con la realidad de la vida, la auténtica realidad es que sobre todo hay gente que esta junto con otra gente por necesidades económicas, mucha soledad, mucho desamor y mucho desvalimiento, vale... Además soy muy cruda, no me creo gran cosa que haya nadie que me vaya a proteger de por vida, mas vale que me saque yo las castañas del fuego, los cuentos de hadas no son verdad, son solo ilusiones que nos incrustan en la infancia y que luego pesan en el subconsciente... Pero, siendo sincera, me enamoré por messenger de alguien del que solo sé que se llama Alex, o al menos eso decía, y todavía me pesa en el corazón la frustración de la ilusión tronzada. Supongo que a medida que pase el tiempo y las sucesivas capas de soledad vayan haciendo más vigorosa mi alma llegaré a ser mas una fuente que un recipiente que necesite ser llenado, por ponerlo con una metáfora. Es bello que te den de lo bueno, pero lo más seguro es aprender a generarlo una por si misma. Así es de seguro que no dependemos de los demás. Escribo, y pinto, y escucho, y hablo. Y tengo largas tardes, como esta que he pasado, en la que hablo conmigo misma y, aunque me agobio y doy mil vueltas a la habitación, al final, por mor de la misma desesperación, me siento y escribo un cuento chulo y lo empiezo a dibujar el story board para convertirlo en un cuento ilustrado, y pinto algunas acuarelas de otro proyecto de cuento que tengo ya abocetado, y hago gimnasiadanzamoverelesqueleto un rato y me desentumezco y así, proceso de trabajo solitario, introspectivo y creativo que luego comparto a ratos por teléfono o como ahora, con este escrito, y me despejo un poco y mañana será otro día. Le hecho de menos a José Perez Agote y confío que lea este escrito, que decía que de vez en cuando los leía, porque además de psiquiatra es una buena persona vocacional y me daba ánimos, y ahora necesito ánimos. Me gustaría que tantísima de esa buena gente que he ido conociendo por la vida pudiera estar presente en los momentos bajos y yo supiera que podía contar con ella. Me siento muy solita y muy desvalida a ratos. Es pasajero y circunstancial. Todavía soy fuerte de cuerpo y apenas al otro lado del teléfono tengo a gente que me quiere. Y eso es muchísimo. Quizás sea que me falta madurar, que todavía tengo en mi algo de esa niña pequeña que necesita que la protejan. Por lo menos lo sé poner en palabras, lo cuento y así parece que conjuro un poco el miedo. Voy a poner un link al facebook con este texto. Son gentes de mi entorno. No se, quizás alguien me lea y me deje algún mensaje. Necesito alimentarme de comprensión y apoyo, necesito saberme acompañada de espíritu, necesito que me sugieran caminos y maneras sabias de ser en relación, sin renunciar a mi misma y compartiendo con gozo lo que soy.

miércoles, 30 de junio de 2010

Autopromo y crisis de identidad

He acabado el curso de Diseño Gráfico. Me toca comenzar a vivir otro capítulo de mi vida, marcado por una autogestión más acusada. Estaba ayer hablando con Maria Seco por el chat y me dijo que siguiera por el camino de en medio. Buen comentario. Tomar aire, centrarme, relajarme e ir avanzando día a día con paz. Ir andando cada día lo del día, no apelotonarme y tratar de andar mas camino del que mis fuerzas, mi capacidad y mis ganas puedan ir jalonando en un discurrir fluido y reposado. Por de pronto estoy escribiendo un relato, una especie de biografía acerca de una secretaria imaginaria, un retrato robot de lo que puede ser una mujer típica, llena de ansiedades, frustraciones y complejos, con un aspecto muy femenino según marcan los cánones... en definitiva, una mujer apocada, infeliz y acomodaticia, pero no por ello con una vida interesante o plena. A veces me pregunto cuanto de reflejo de mi propia realidad tiene esa mujer. Por un lado a mi me han potenciado mucho mi faceta intelectual y creativa, he tenido la grandísima suerte de tener todo tipo de apoyos para crecer. En eso me diferencio de la protagonista, que salvo en comprarse ropa e ir a por cremas y revistas, en nada mas entretiene sus ocios. Pero, por otro lado, la falta de sentido de su vida, su sentirse perdida en mitad de una vida que no entiende ni sabe hacia donde le puede conducir.... bueno, no me voy a poner terrible ahora, una crisis de identidad es lo mas común para tener a la mediana edad y, no se, ni que tuviera que poner una bandera en la cima del everest para sentirme realizada... hago pinturas, escribo, leo, cocino, charlo, me muevo, paseo.... bueno, no parece que esté haciendo algo así como glorioso o genial para salir en el ginness, pero artistas ha habido en todas las sociedades, y cumplimos un papel. Le doy vueltas porque estoy en la cuerda floja de sentirme una inutil. Parece que si consigues nombre y éxito social tienes un lugar en el mundo de la cultura, recibes el marchamo de calidad y parece que estás haciendo algo consistente y que merece la pena, una gran aportación o cualquiera otra gran palabreja llena de sonoridad y empaque que te quiera endosar el cultirrango de turno. Este mundo del arte y la cultura es curioso. Parece que o estas en las catacumbas y eres poco menos que una parasita y una ociosa si te dedicas a crear, o te conviertes, por arte de magia, en una gran aportación cultural y un referente al que acudir como faro y prez del saber, todo el mundo cita tu nombre y parece que eres de golpe uno de los imprescindibles que hay que grabar en las neuronas para ser considerada una persona culta. No se, chatos, normalidad, que ni tanto ni tan calvo. En el siglo XV a los artistas tampoco se los consideraba unos genios tocados por la divinidad, pero no eran unos ociosos y unos vagos. Era un termino medio, eran unos curritos que ponian chulas las paredes de los ricos. Y yo me pregunto: No quereis que os ponga chulas las paredes? Soy módica en los precios, y si te pones a hablar en términos de mercado, soy un valor en alza. Recordad que Van Gogh estaba fatal de los nervios y ya veis como se cotiza ahora. ;)

viernes, 14 de mayo de 2010

Acerca del chat y de los dias que cuesta aprovechar el tiempo

Hoy mi tarde noche viene jalonada por una duda, no se si muy metódica o mas bien cotidiana: ¿entro en el chat o me autogestiono la tarde-noche de otra manera? (Y si es así.. ¿cómo?). Creo que os voy a compartir un listado de pros y contras. No se, es como reflexionar en voz alta. Lo bueno del chat es que una charla con gente diferente, vete tu a saber con quien, que te dice lo primero que se le ocurre. Bueno, te puedes hacer cierta idea de por donde va alguna gente, y sorprenderte también. Una de las cosas malas es que me parece que tiene en muchos casos un matiz de pérdida de tiempo escapista para no conocerse una mas a si misma. Como si yo misma me aburriera y buscara entretenimiento, distracción.

Mi experiencia vital de pasar mucho tiempo sola es que cuando se llega al borde del hastío, al borde del agobio, al borde del profundo malestar del no-me-aguanto y se mantiene firme el timón, sin huir ni escapar a todo correr en la dirección de cualquiera, del primero que una encuentre, digo, cuando una permanece fiel a si misma, al otro lado del recodo se encuentra un gran regalo de autoestima. No es sencillo. Pero tampoco es perder el tiempo. Por el contrario, es encontrar la misma esencia de una, es convivir con alguien con quien estamos las veinticuatro horas y que tantas veces nos defrauda o no nos gusta.

Y este permanecer presente y vigil tiene otro gran regalo: la autenticidad. Cuando una busca a los demás como quien busca una muleta o un parche no esta transitando hacia el otro con auténticas ganas de compartir, sino con la angustia de la huida, con una voluntad pocha y amuermada que todo lo encenaga.

Este permanecer firme al timón no está exento de tentaciones. Bajar la guardia y dejarse llevar por la vagancia o por la debilidad es muy sencillo, lo más socorrido. Llevo dos horas paseando a los márgenes de mi flojera, que me incita a meterme al chat. Blablabli, blablabla, pasas el rato, no sacas nada en limpio pero te entretienes. Como poner la tele a ver qué dan. La tele ya no la pongo por poner, me he desenganchado. Pero con el chat todavía tengo conatos de "me agobio, venga, voy a ver que cuenta el primero que me encuentre" cuando se perfectamente que cuando una se agobia es el momento de echar el freno de mano y ser creativa y buscar y buscar el camino que me pueda llevar a aprovechar el tiempo, a que éste fructifique, a llevar una vida plena.

Hay momentos para estar sola y momentos para estar con gente. No descarto el chat, como no descarto la televisión. Pero quiero salir al mundo con una dirección, con una intención y con las manos llenas. Ir dando tumbos entre conversaciones en las que no me interese el interlocutor y simplemente lo utilice para mis fines no me parece ético.

Luego hay otro matiz que no esta de mas tener en cuenta: cuando entro al chat solo me abordan hombres, y las mujeres con las que he intentado hablar, la practica totalidad no tenia interés en hablar conmigo al darse cuenta que yo era mujer.

Entre esta linea y la inmediatamente anterior dista una conversación telefónica muy agradable y provechosa. Al final me he decidido por hablar con alguien a quien aprecio y conozco, no a desparramar mi atención y mi tiempo con el primero que me encuentre. Después de un cómputo general al que le pongo una nota altísima, ahora estoy ya cansada, es tarde y quizas me vaya a dormir. Sea como sea, un dia bonito y bien aprovechado, con un gran final.

jueves, 29 de abril de 2010

Reflexiones tras la conversación con Amaya Atorrasagasti

Hola. El martes estuve hablando largo y tendido con Amaya. Me sentó muy bien. Le expliqué que me pesaba la soledad. Ahora llevo mucho tiempo sola y no me pesa. ¿Qué ha cambiado? En buena parte yo creo que es que me estoy tratando con mucho más cariño, sin exigirme un resultado o unas metas ferreamente establecidas, sino, al contrario, me estoy preguntando: ¿qué te apetece hacer? y estoy discurriendo armoniosa por los cauces de una tarde en la que he pintado mucho y he hecho muchas cosas, pero en la que no he forzado la máquina.
Amaya me explicó muchas cosas que me han dado para reflexionar. Por ejemplo, lo de marcarse unas metas, un procedimiento de trabajo, un proyecto al que vayan confluyendo armoniosamente todas las acciones. Yo todavía estoy reflexionando cual puede ser la meta última a la que dirigirme. Como trabajo para el día a día, creo que el dedicarme fuerte a la ilustración puede ser buen camino. Llenar la mente de imágenes, propias y ajenas, puede muy bien crearme un acervo que estimule y afine mi sensibilidad. El lenguaje plástico es una rama de los lenguajes creativos, que puede muy bien en cualquier otro momento trasmutarse en otra vía de expresión, llámese música, narración, teatro o psicología. Hay caminos que se entrecruzan, y unas fuentes beben de otras... En ese sentido, yo tengo mucha costumbre de utilizar los ojos y es un lenguaje que se me hace conocido. Puede perfectamente servir de camino para explorar el mundo y la naturaleza del ser humano.
Tengo dos facetas básicas que creo que he de desarrollar: la faceta económica, como parte de sensatez y de contacto directo con el mundo, y la faceta de creatividad, como expresión del espíritu y como vía de comunicación y relación. Creo que, sin prisa pero sin pausa, he de procurar imbricar ambas facetas. También creo que no he de dejar de lado la parte lúdica, el disfrutar de todo esto y también encontrar solaces que me hagan desconectar y hacerme unas risas agradables. Tener amigas y amigos y disfrutar de ellas y de ellos es salud.
Por ahora creo que eso es todo.

lunes, 26 de abril de 2010


Hola. Hoy es lunes por la mañana y estoy pintando en el taller. Mejor dicho, estaba pintando, porque el proceso de ir sacando imágenes de la mente me resulta lento y cansado. Si me enfrasco y me embuto en la labor consigo sacar algunas, pero me he dado cuenta que no puedo seguir un ritmo frenético de trabajo sin pagar las consecuencias. Hasta ahora me daba panzadas de currelar a saco y dedicar poco tiempo a contemplar lo que iba haciendo y a reflexionar sobre ello. Era un proceso de: "otra, venga, otra, y otra, y otra más..." sin darme espacio a mi misma para alejarme de lo que hago y respirar entre medias. Da mal resultado: es un proceso de vaciarse tantísimo que luego vienen largos momentos de inactividad y tristeza, de tener que ir generando de nuevo la materia interior de la que se nutre esta imaginación, y me lo paso mal. Tengo que acostumbrarme a la idea de que es una maratón, no una carrera de cien metros. He decidido, luego del último periodo de parón y malestar, que no puedo seguir así, que no es vida, que pintar tiene que ser una actividad lo más placentera posible, no un sinvivir. Se trata de replantearme toda mi filosofía de vida a la luz de las consecuencias de los actos.
Reflexiono acerca del estilo de vida que vivo. Antes me negaba a ser denominada artista, me parecía grandilocuente. Pero creo que lo soy. Que vivo en un mundo que voy modelando pedacito a pedacito con consciencia y paciencia, tomándome mi tiempo para ver por donde voy y compartiendo mis logros una vez asentados y convertidos en algo real. Por ejemplo, la escritura. Ejercicio de plantearse y replantearse los pasos que una anda, la dirección que toma el camino. Ejercicio de explicar y explicarse, de utilizar un juego de espejos para verse una misma y verle al otro, de tomarse el tiempo que se necesite para reposar, para replantearse una hacia donde va, que quiere de la vida, que le apetece dar y que le apetece recibir, sin presiones ni urgencias, con la serena satisfacción de quien se conoce a si misma y se acepta y se gusta. Parece que tendría que estar justificándome a mi misma y diciendo: "bueeenooo... sé que tengo que mejorar, soy imperfecta, solo me gusto en cierta medida, lo siento por decir que me gusto, la verdad es que eso es imposiiible....". Afirmar con rotundidad que me gusto puede parecer obsceno y dar lugar a descalificaciones del tipo: "pues no eres para tanto, pues yo te veo muchos defectos, pues no se de que vas, eres una pagada de ti misma...". Cada cual es cada cual. Hay gente que se gusta a si misma y gente que no se gusta a si misma. Yo me gusto. Es como mi estilo de pintura. Me gusta mucho la pintura de Ingres. Yo no pinto como Ingres. Pero también me gusta cómo pinto yo, le veo la belleza. Es como mi cara. No soy tan guapa como las que salen en las revistas, pero mi nivel de exigencia no es tan alto. Me gusta mi conjunto. En general me pongo buena nota. Me he pedido, me he esforzado, me lo he trabajado y tengo resultados. Eso me da satisfacción. ¿Que tengo detractores? ¿Y quien no? Del uno al cien no estoy en el cien. Siempre puede haber alguien machacón que insista de una y mil maneras que no estoy en el cien. Y de veras... qué manía de encontrarles los defectos a los demás... Total, siempre, mientras estemos vivos, tendremos temas que mejorar y depurar. Pues día a día y sin amontonar el trabajo, que tener que esforzarse más de lo que una buenamente puede solo conduce a bloquearse. Tengo presentes mis errores. Pero procuro que no me bloqueen ni me quiten la autoestima. Es como el dibujo. Cada día aprendo un poquito y trabajo algo. Y día a día ese trabajo se va acumulando y produce resultados. Hay virtuosos que me apasionan y a los que no llego ni a la suela del zapato. Pero bueno, ya he andado un camino y cuando quiero expresar algo con línea se me entiende. Que no sea Cervantes no significa que no pueda utilizar el castellano para comunicar y hacerme entender. Y que no sea la madre Teresa de Calcuta no significa que no sea lo suficientemente buena persona para ser positivamente maja. ¿que tengo que mejorar? Si, rotundamente si. Quiero y tengo que mejorar. Pero por favor, con apoyo, no con detractores.

domingo, 25 de abril de 2010

acerca de la presencia del Amor del Universo en mi vida

Dentro del apartado de vida cotidiana, este domingo se ha presentado introspectivo y pausado. Me he levantado temprano y no he hecho gran cosa, salvo pulular de aquí para allá y reflexionar desde dentro de mi soledad. Miro mi discurrir y me resalta a la vista una abulia, una tristeza y una falta de ganas de vivir preocupantes. Tengo una vida interior llena de pequeñas voces de fantasmas que resuenan dentro de mis sienes llenando de una compañía etérea estas largas horas en las que físicamente solo estoy conmigo misma. Me miro y me pregunto: ¿qué me ata para buscar una compañía activa y llena de dinamismo, por qué no me apunto, como en otras épocas lo he hecho, a un grupo de terapia o a una clase de teatro, y me muevo con otra gente, río, ando y me expreso en común? Triste y sola. Como si así lo pidiese el guión. Como si estuviese preparando algo, radicalmente nuevo, un nuevo paso en otra dirección y estuviese replegada cociendo el guiso que luego podré ofrecer al mundo de un modo más directo y pleno, algo que sea jugoso y bien cocinado y llene de placer y fortaleza a quien lo pruebe.
Confio que nadie me interrumpa, porque me enfada sobremanera que corten esta terrible lucha con lo que de malo tiene el mundo para extraer de las entrañas de la tierra belleza y del universo luz, y para poder juntar ambas y transformarlas en esa pequeña obra de arte que quiero ofrecer, algo pequeño, que quepa en el hueco de las manos, y que cambie esencialmente todo lo que toque. Quiero describir la locura de esquizofrenia con dos pinceladas de color negro sobre fondo blanco, un dibujo simple que exprese, que comunique y que haga entender sin género de duda lo que quiero decir.
Mi locura es que el mundo es feo y es bello y no lo entiendo. Que los tigres son bellos y sanguinarios, que los gorriones comen gusanos y los gatos comen gorriones. Y todos ellos tienen un ser en el mundo indubitable y que me antecede en la creación. No cabe ponerlos en duda. No es que estén mal diseñados. Es que mi cabeza no da para comprender la mecánica de la creación, la causa última de que exista el dolor, la muerte angustiante y terrible, la ira, el mal, la lucha, el odio.... Pongo en duda el budismo con su búsqueda de la paz interior en un mundo donde impera el terror. No es que no se pueda encontrar la paz interior. Es que mi paz interior es como una losa pesadísima, con una tristeza y un dolor muy profundos aparejados. Porque yo como en un mundo donde hay tanta miseria, porque vivo cómoda donde tantos están sin techo. Y quiero crear una belleza muy especial: un pensamiento que modifique esencialmente el modo de observar la realidad de quien lo lea y le haga amar y ser feliz de un modo tal que disuelva el miedo y el dolor y le haga entender la lógica de la Creación. No quiero luchar por un mundo mejor. No quiero luchar. Soy artista. Quiero crear una obra de arte que estremezca hasta la última fibra de todo aquel que se acerque a ella y que le haga musitar "en verdad, la ley del Amor del Universo es grande y comprensible, soy imprescindible para la Creación, y desde donde estoy modificaré de tal modo mi mundo que seré una bendición para cualquiera que me encuentre a mi paso". Creo que mi labor está en crear esa comprensión, en traer esa luz que tengo la oportunidad de ver. Tengo muchísima necesidad de creer por mi misma en esa ley del Amor del Universo, porque mi experiencia es que tantas veces he estado a merced de mis propias fuerzas y mi ánimo ha flaqueado por angustias y desesperanzas terribles que me hacen dudar del Amor. Vanas y bellas palabras los bálsamos para el alma que apenas rozan la epidermis cuando yo necesito que todos los jugos de mi alma se trasfundan de la esencia del Amor de Dios y que pueda entender y saber sin ningun género de duda que Dios nos ama a mi y a cada ser de todos los mundos y que nos ofrece a todos sin excepción lo mejor. Mi alma está en lucha y rebelión. He perdido la paz de espíritu porque no creo en Dios. Bueno, creo y no creo. Sigue siendo primavera, y las plantas siguen brotando y se escuchan los pájaros. Hay esperanza de que pueda llegar a entender. Pero necesito comer al amor de Dios como quien come el pan del mediodia. Y me niego en redondo a comerle a Jesucristo, me parece una iniquidad. No quiero comer un trozo de la carne de nadie. Quiero comer directamente el amor, como quien bebe agua y sabe que al agua no le hace daño que la beban. Quizás "comer" no sea la palabra mas adecuada. Soy de tres dimensiones, y como y toco. Al referirme con palabras de tres dimensiones al amor de Dios quiero decir que no sé qué hacer con mi materia, que si fuera espíritu incorpóreo sería mas fácil todo. Que la vida me pesa y que no la disfruto, que deseo salir de mi misma en una suave efusión de amor y poder reconocerme en los demás viviendo una alegría plena y llena de luz, donde la materia y el espíritu se confundan en generosidad y amor por la vida. Que no es cuestión de poner un parche y comprarme un perro o un gato para estar acompañada, porque es con seres humanos con quien tengo que llegar a tener esta comunión espiritual y vital, por difícil que me esté resultando. Soy testaruda, y sé que se puede. El camino hacia Dios en estas tres dimensiones son mis hermanos humanos, y estoy firmemente convencida que lo que hay que compartir es la luz del corazón, la fibra de belleza que nos hace hijos de La Vida y capaces de la ternura y de la alegría.